¿Qué es un registrador de dominio?
Los registradores de dominios son empresas que facilitan el registro y la distribución de nombres de dominios a gran escala. En cuanto al papel que desempeñan, actúan como intermediarios entre los registros de dominios que gestionan los dominios de nivel superior (.es, .com o .net) y los usuarios que desean tener un dominio. En otras palabras, quienes quieran tener un nombre de un registro de dominios deben ponerse en contacto con un registrador.
Al igual que el diseño web, un nombre de dominio distintivo juega un rol muy importante en la presencia web. De hecho, puede ser la clave del éxito. Los nombres de dominio son seudónimos alfanuméricos como google.com para direcciones IP numéricas, por ejemplo 192.168.1.1. Esto significa que en lugar de las respectivas direcciones IP, los usuarios buscan directamente los nombres de dominio. La reserva de un dominio se realiza con la ayuda de un registrador de dominios, una empresa que registra el dominio, además de inscribirlo en los registros de dominios.
Registrador de dominios vs. registro de dominios: ¿cuál es la diferencia entre ambos?
El registro, la organización y la coordinación de los nombres de dominio se lleva a cabo en diferentes niveles. En primera instancia está la ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números), que supervisa y gestiona los dominios de nivel superior y otros tipos de dominios como .es, .com y .net a través de la IANA (Internet Assigned Numbers Authority).
La ICANN no asigna los dominios a los usuarios, sino solo los derechos de utilizar las terminaciones de los dominios de nivel superior a los registros de dominio o los Centros de Información de Red (NIC). Así es como los registros de dominios se encargan de la asignación comercial de los dominios a los registradores de dominios y, al mismo tiempo, registra cada dominio con su respectivo usuario u organización. Por lo tanto, para poder reservar o tener un dominio por un determinado tiempo, el usuario debe contactar un registrador de dominios autorizado. El registrador, a su vez, informa al registro de dominios correspondiente sobre la reserva.
Si, por ejemplo, deseas reservar o tener un dominio con la terminación .es, el registro se realiza a través de dominio.es, cuya responsabilidad es la gestión de los nombres de dominio que terminan en .es. El registrador, por su parte, se encarga de informar a dominio.es sobre el registro y paga la cuota por el dominio, que suele estar incluida en la tarifa por el dominio. También existe la posibilidad que el registro y el registrador actúen como una sola entidad, por ejemplo, si los registradores operan como agencias de un registro.
A continuación, presentamos las diferencias entre un registro y un registrador de dominios de un vistazo:
Registrador de dominios | Registro de dominios |
Organización (acreditada) responsable de la comercialización de los nombres de dominio a los usuarios en concordancia con los registros de dominios | Oficina central de registro y gestión de dominios de nivel superior en el DNS |
Actúa como intermediario comercial entre el registro de dominios y los usuarios | Gestiona la asignación comercial y los derechos de cada dominio de nivel superior de los registradores (sin establecer un contacto directo con los usuarios) |
Asume los pagos por dominio y ofrece servicios adicionales de asistencia a los usuarios | Puede gestionar e implementar un registrador como agente, pero no es responsable de la asignación comercial y competitiva de los dominios |
Actúa como socio contractual de los usuarios y también como agente de un registro | Responsable de la contabilidad, organización y asignación de los dominios, así como del servidor WHOIS |
Aunque a menudo se habla de comprar un dominio, en realidad se reserva o alquila un dominio, dado que para obtener los derechos propietarios se debe pagar una cuota mensual o anual por el mantenimiento, la administración y los servicios adicionales. Si deseas saber más sobre el tema, consulta el siguiente artículo: “¿Cómo comprar un dominio?”.
¿Cómo convertirse en un registrador de dominios?
Si quieres ser un registrador de dominios, solicita primero la acreditación con la ICANN. Para ello, debes seguir los siguientes pasos:
- Completar y enviar el formulario para la solicitud de acreditación de la ICANN
- Verificación de los datos por parte de la ICANN (los datos incluyen las finanzas y la infraestructura informática/escalabilidad/configuración DNS)
- Firmar/Presentar el Acuerdo de Acreditación de Registradores (RAA)
- Firmar/Presentar el Acuerdo de Custodia de Datos del Registrador (RDE) (Este proceso se realiza a través de un Agente de Custodia de Datos de la ICANN)
- Pagar la tasa de solicitud
- Aprobación de la acreditación
Una vez que hayas completado el proceso de acreditación, la ICANN te nombra oficialmente en la lista de los registradores de dominios acreditados y, a continuación, puedes vender nombres de dominio a los usuarios a través de los registros de dominio responsables. Por ejemplo, si se trata de un dominio cuya terminación es .es, el registro encargado es dominio.es.
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¿Qué aspectos definen un buen registrador?
Los siguientes aspectos determinan la fiabilidad de un registrador de dominios:
- Precio: los costes para crear una página web no se pueden subestimar. Además del alojamiento y el diseño web, también hay que incluir las respectivas tarifas de los dominios. Hay varios registradores de dominios que utilizan modelos escalonados con precios bajos al principio y, por esta razón, hay que tener cuidado con las tarifas que pueden ser significativamente más caras. Como referencia, los precios medios del registro de dominios son de 10 a 15 euros para los dominios con la terminación .es y de 15 a 24 euros para los dominios .org y .com. Si quieres obtener más información, recomendamos nuestro artículo: “¿Cuánto cuesta un dominio web?”.
- Protección de WHOIS gratuita: según la ICANN, los usuarios de un dominio deben depositar sus datos de contacto en la base de datos WHOIS. Esto incluye nombre de usuario, dirección, teléfono, correo electrónico, entre otros. Sin embargo, un buen registrador debería ofrecer la protección gratuita de WHOIS para proteger la privacidad de los usuarios. Esta sustituye los datos por los del registrador.
- Período de registro flexible: el período de uso puede variar en función a la necesidad del usuario. Este va desde unas pocas semanas hasta varios años. Los registradores deberían ofrecer, por lo tanto, periodos de registro flexibles de unos meses, un año o varios años para que los usuarios puedan encontrar una oferta que corresponda a sus necesidades.
- Prolongación/recordatorios automáticos: los registradores fiables deberían ofrecer una opción automática para prolongar el periodo de contrato a aquellos usuarios que utilizan el mismo dominio durante dos o más años. Con recordatorios adicionales, se pueden mantener los usuarios informados sobre el estado de sus contratos, además de dar un aviso para renovar o cancelar el contrato.
- Amplia selección de dominios de nivel superior (TLD): las terminaciones estándar de los dominios de nivel superior son .es, .org y .com. Sin embargo, dado la gran variedad de terminaciones como .info o .net, un registrador de dominios debería ofrecer una amplia selección de terminaciones de dominios de nivel superior.
- Dominios restringidos: los dominios como .biz pertenecen al grupo de los dominios restringidos y solo se asignan a los usuarios que cumplen ciertas condiciones. En este caso, solo los negocios o las empresas pueden solicitar esta terminación. En cuanto a los registradores, también deberían ofrecer este tipo de terminaciones.
- Otros productos y servicios: los servicios y los productos que provienen de un solo lugar son la solución más cómoda para los usuarios y, por tanto, los registradores deberían proporcionar soluciones “All-in-one” o packs combinados que incluyan el alojamiento, la codificación SSL, la creación de páginas web o el registro de varios dominios a la vez.
Precaución con los registradores de dominios: características sospechosas
Si quieres reconocer a primera vista los registrados de dominios que ofrecen un servicio sospechoso o dudoso, los siguientes aspectos indican un mal servicio:
- Fijación de precios ambigua: los registradores poco fiables no informan con claridad sobre los costes. Por esta razón, analiza la información detenidamente e identifica las posibles desventajas a la hora de reservar un servicio.
- Mal servicio al cliente: el servicio al cliente es una parte integral de un buen registrador de dominios y, por lo tanto, evita las páginas de oferta que no tienen un servicio al cliente o que solo ofrecen una asistencia regular para las preguntas.
- Interfaz de usuario poco clara: una interfaz de usuario compleja no puede considerarse fiable y, de hecho, puede ser un indicador de la calidad de un registrador. Desde nuestro punto de vista, busca interfaces de usuario intuitivas, atractivas y autoexplicativas.
- Complementos (addons) no deseados: otra característica de registradores sospechosos son los complementos y los servicios adicionales como, por ejemplo, el alojamiento. En algunas situaciones, este servicio adicional se añade automáticamente y, en consecuencia, aumenta el precio final. Por lo tanto, antes de firmar el contrato, asegúrate de que todos los servicios incluidos estén enumerados de forma clara.