Alternativas a Skype: 14 aplicaciones de videollamada gratuitas

Al pensar en un programa de videochat, el primer nombre que viene a la cabeza es, sin duda, Skype. Este servicio nacido en el año 2003 es la aplicación más utilizada para realizar videoconferencias en Internet. Al margen del dispositivo empleado, ya sea un ordenador de escritorio, un portátil, una tablet o un smartphone, o del lugar en el que se halle el usuario, esta aplicación de videollamada permite establecer contacto con otros usuarios. Para realizar videollamadas solo se necesita, un terminal con cámara y micrófono, el software gratuito de Skype y una conexión a Internet.

No obstante, existen otras aplicaciones gratuitas para la telefonía IP (también denominada Voice over IP o VoIP), que también posibilitan la transmisión por vídeo entre interlocutores. La mayoría de estas alternativas a Skype están disponibles de forma gratuita y algunas incluso destacan por sus prestaciones y sus medidas en materia de protección de datos, desconocidas en el caso de la veterana aplicación. Con esta información, no sorprende que comiencen a superar en usuarios a la telefonía móvil. Ahora bien ¿cuáles son las alternativas a Skype que realmente merecen la pena? Lee a continuación los puntos fuertes y débiles tanto de Skype como de las aplicaciones de videollamada alternativas que hemos seleccionado para ti.

Como es sabido, Skype es más que un programa de telefonía IP gratuita; además de la posibilidad de ver a los interlocutores por medio de la retransmisión de vídeo, la aplicación destaca por una función para realizar conferencias que admite hasta 50 cuentas de Skype participando al mismo tiempo.

Skype dispone asimismo de un servicio de mensajería instantánea para el intercambio de mensajes y archivos que permite editar los mensajes enviados o eliminarlos. La función de pantalla compartida (screen sharing) permite a otros usuarios de la aplicación acceder a los contenidos de la pantalla de aquellos con los que se están comunicando. Con este método de transmisión de pantalla, se pueden compartir imágenes, documentos o presentaciones con otros usuarios. Existen programas-cliente de Skype para muchos sistemas operativos (macOS, Windows, Linux) y plataformas móviles (iOS, Android, Windows Mobile), aunque también puede usarse como aplicación web o web app en el navegador (Skype para Web).

Todas las funciones mencionadas son gratuitas, aunque los interlocutores necesitan disponer de una cuenta de Skype para establecer el contacto. Para hablar con personas que todavía no disponen de una cuenta de Skype, dado que Skype está conectado tanto a la red fija como a la red móvil terrestre, las llamadas y los SMS se pagan, normalmente a un precio más económico, con un crédito adquirido por adelantado.

Con Microsoft Teams las empresas tienen a su disposición una variante no gratuita de la aplicación. Esta cuenta con las ventajas de

integrar Microsoft 365 y proteger mejor el contenido de las conversaciones. La protección de los datos de la versión gratuita, en cambio, se ha puesto a menudo en entredicho. Junto a los puntos fuertes mencionados, la falta de seguridad de los datos de los usuarios constituye el mayor punto débil de la versión gratuita de Skype, tal y como se puede deducir de la lista de pros y contras:

Antes que nada, conviene dejar dicho que muchos programas de videochat plantean las mismas controversias en términos de protección de datos que Skype, si bien hay algunos proveedores en este sector que cada vez se centran más en garantizar la seguridad de los contenidos de la comunicación. Algunos servicios se han especializado por propia iniciativa en el aspecto de la protección de datos, mientras que hay otros que cada vez se ven más obligados, por las crecientes críticas y la presión pública, a crear políticas de privacidad más orientadas a los clientes y a usar técnicas de cifrado.

Si se deja de lado el debate de la protección de datos, hay numerosas alternativas a Skype de calidad que destacan por unas funciones prácticas y originales. Veamos cuáles son los puntos fuertes y débiles de estos programas para hacer videollamadas.

Ya de antemano una novedosa herramienta de chat, Spike cautiva sobre todo en el sector profesional al contribuir a que la comunicación en los equipos, tanto entre sus miembros como con socios externos, sea más eficiente. Para lograrlo, entre otras innovaciones, los desarrolladores han revolucionado la presentación visual del intercambio de correo electrónico; los correos entrantes y salientes se muestran en el formato de chat que conocemos de las aplicaciones de mensajería. Pero esta competente solución colaborativa también integra VoIP, lo que la convierte en una alternativa a Skype con la que llevar a cabo llamadas de voz o de vídeo.

Si se busca una colaboración más estrecha y directa con los compañeros de trabajo, la propuesta de Spike de convertir el correo electrónico en mensajes de chat es una función de gran ayuda, porque así el programa deja de lado lo que no cuenta como contenido en sí y se concentra en lo importante. Pero la aplicación mejora aún más la cooperación en el seno de los equipos con otras opciones, como el envío de archivos, el cifrado de mensajes desde la app y la gestión de un calendario centralizado.

Spike puede utilizarse en sistemas Windows, Mac, iOS y Android, o también en el navegador, de forma gratuita para particulares y en modo suscripción por cuenta para los equipos profesionales. La buena noticia es que no hace falta crear una cuenta de usuario, puesto que la aplicación utiliza la cuenta de correo electrónico que ya posee el usuario.

Debido al incremento del teletrabajo durante la crisis del coronavirus, el interés en las reuniones virtuales vía Zoom ha crecido exponencialmente. Según datos de la propia empresa, en abril de 2020 300 millones de personas alrededor del globo participaron a diario en videoconferencias en Zoom, en contraste con los 10 millones de participantes por día en diciembre de 2019. Zoom, la primera de nuestra selección de alternativas a Skype, destaca por su modelo fremium de suscripción, que ofrece varias prestaciones sin coste. Las videollamadas entre dos interlocutores, por ejemplo, son ilimitadas, y si una videoconferencia no supera los 40 minutos de duración, admite hasta 100 participantes de forma gratuita. Las apps, de diseño amigable e intuitivo, son compatibles con todos los dispositivos y sistemas operativos habituales en la actualidad y la propia organización de los encuentros no entraña ninguna dificultad. Solo los organizadores han de registrarse y descargarse el programa; con un enlace pueden invitar al resto de participantes.

Los usuarios confían en la estabilidad de la infraestructura de Zoom, basada en la nube. Las llamadas y las conferencias se realizan en calidad HD de sonido e imagen y suelen transcurrir sin fallos ni caídas. Pero la seguridad y la protección de los datos no deja de cosechar críticas: si bien la compañía ha sabido responder con celeridad a algunos problemas de seguridad, la protección de los datos sigue siendo insuficiente. En este sentido, por ejemplo, cabe citar que, por el momento, solo se prevé el cifrado punto a punto para las suscripciones de pago.

ICQ nació en 1996 como un mero servicio de mensajería instantánea que se hizo muy popular en los años noventa, pero que hoy ha visto reducir drásticamente su número de usuarios. Por este motivo, ICQ se ha ido desarrollando hasta convertirse en una polifacética aplicación con la que también se pueden realizar videollamadas, aunque esta función solo está disponible para dos perfiles de usuario. No obstante, desde mediados de 2016 la plataforma ofrece una característica especial: el cifrado predeterminado de extremo a extremo (end-to-end) para los chats con vídeo para Windows, Android y iOS.

Por lo demás, esta aplicación de videollamada guarda muchas similitudes con Skype, como es la tasa para hacer llamadas a móviles y fijos . El envío de mensajes de texto no se ha visto alterado por las implementaciones y sigue realizándose como se realizaba al principio. En general, la funcionalidad de ICQ es bastante grande. En el pasado, la aplicación se convirtió en uno de los líderes de mercado como programa de chat, pero no puede afirmarse que esto vaya a repetirse, ya que la competencia ya le lleva una gran ventaja en términos de número de usuarios.

El software de código abierto Jitsi está destinado a aquellos usuarios para quienes es muy importante proteger sus conversaciones frente a posibles escuchas, puesto que cifra todas las llamadas (con o sin vídeo). Además, la función de cifrado de los contenidos también puede activarse en el chat. En lo que respecta al número de participantes en las videoconferencias, no hay un límite oficial, sino que dicho número depende, en general, del rendimiento del ordenador en cuestión y de la velocidad de la conexión a Internet. Algo insólito de esta aplicación es que para usar el servicio no es necesario registrarse, sino que se puede recurrir a la herramienta web Jitsi Meet, a la que se puede acceder desde el navegador. En este caso, a golpe de clic se puede abrir una conversación y enviar un enlace a otras personas para participar en la conversación.

Jitsi puede instalarse en sistemas Linux y en los sistemas operativos móviles Android y iOS.

En 2013, tras el escándalo de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, un desarrollador anónimo empezó a trabajar en el programa Tox. El candado de su logo ya da a entender que la protección de los datos es un aspecto esencial para el servicio. Cualquier tipo de comunicación llevado a cabo con la aplicación se asegura por medio del cifrado de extremo a extremo, garantizando así que, aparte de los propios interlocutores, nadie más tenga acceso a los contenidos de las conversaciones. De esta forma, la dirección IP solo estará visible para los participantes en la comunicación.

La transmisión de datos no tiene lugar a través de un servidor central, sino utilizando la tecnología peer-to-peer (P2P), con la cual los datos se intercambian directamente entre los ordenadores implicados en la conversación, lo que impide que usuarios externos puedan acceder a las conversaciones y a los datos que se intercambian. Los desarrolladores conciben su software como un contraproyecto para la mayoría de aplicaciones de videoconferencias y de mensajería que no garantizan ningún tipo de seguridad frente a escuchas, sino que más bien recopilan datos de usuario. Conviene mencionar aquí que tras el programa no se esconde ningún interés comercial.

Junto a las funciones habituales, como las llamadas de voz y de vídeo, la mensajería instantánea o la transferencia de archivos, esta alternativa a Skype también pone a disposición de sus usuarios la opción de pantalla compartida y es compatible con dispositivos Windows, macOS, Linux, Android y iOS. El intercambio de datos de contacto con otros usuarios se lleva a cabo con un identificador especial (Tox ID). La versión beta de Tox todavía puede contener errores, factor al que hacen referencia los creadores de Tox en la propia página web de la aplicación. Sin embargo, no es esto algo que deba asustar a quienes dan mucha importancia a la seguridad en las videollamadas, VoIP o mensajería instantánea. En general, Tox ofrece unas medidas de seguridad considerablemente eficaces y significativas, por lo que no se puede pedir un nivel de protección de datos mayor.

Las características de Viber también son muy similares a las de Skype. El programa gestiona con maestría tanto la telefonía VoIP con o sin transferencia de imágenes, como la mensajería instantánea y la transferencia de archivos. También permite la realización de las clásicas llamadas de pago, pero en las videoconferencias solo pueden participar dos usuarios. Otra de sus características es que el servicio está disponible para clientes de Windows, macOS, Linux, Android y iOS.

No obstante, Viber dio que hablar debido a la insólita captación de un gran número de datos de usuario, contraviniendo así la legislación europea relativa a la protección de datos. Viber guardaba incluso los datos de las personas que no estaban registradas en el mismo. Desde 2016, la aplicación incluye (aparte de las llamadas a teléfonos fijos y móviles) el cifrado de extremo a extremo, cuyo objetivo es garantizar la seguridad de los contenidos. En conjunto, Viber puede concebirse como una aplicación altamente funcional que, en comparación con otras alternativas a Skype, cuenta con un número menor de usuarios y plantea ciertas dudas en lo relativo a la protección de los datos.

Hay muchas personas que no saben que el chat de Facebook también da la opción de realizar videollamadas, tanto en la versión de escritorio, como en la aplicación de Messenger para Android y iOS. A través de la app se pueden realizar llamadas de voz y vídeo con hasta un máximo de 50 perfiles diferentes. La fuerte difusión de la red social es una de las grandes ventajas que acompañan a esta aplicación: probablemente, muchos de tus amigos y conocidos ya formen parte de tus contactos en la plataforma, de modo que las llamadas de voz o de vídeo por Internet pueden realizarse en un santiamén. El mayor inconveniente es, por el contrario, que la comunicación no se cifra por defecto (aunque al parecer está en los planes) y que Facebook no está muy bien valorado en cuanto a la protección de la información sensible.

Otro producto del catálogo de Facebook se ha convertido en una poderosa alternativa a Skype. Mientras que al comienzo WhatsApp solo ofrecía mensajería instantánea escrita, entretanto ya permite realizar llamadas de voz y vídeo, funciones que se unen al envío de fotos, vídeos y mensajes de voz para completar la herramienta. Con todo, si en grupo se puede chatear con hasta 256 personas a la vez, la videoconferencia se limita a ocho participantes. Además de las conocidas versiones para Android y iOS, también se ofrece como instalación local para Mac y Windows y, con WhatsApp Web, como aplicación en línea.

La mayor ventaja de WhatsApp, no obstante, guarda relación con la masiva popularidad del programa. La probabilidad de que el círculo familiar o social más próximo utilice también la herramienta es ciertamente alta. Pero este gran punto a favor no es lo único que comparte con su pariente más cercana, Messenger, con la que también tiene en común su mayor desventaja: como producto de Facebook, las dudas al respecto de la atención que dedica la compañía a la protección de datos es enorme, aun a pesar de que WhatsApp ofrezca un cifrado de extremos a extremo.

La minimalista FaceTime es un programa de videochat diseñado por Apple para los dispositivos de la casa (iPhone, iPad y Mac) que solo ofrece la opción de telefonía por Internet, ya sea con o sin vídeo. En la aplicación de Apple es posible realizar videoconferencias con hasta 32 participantes al mismo tiempo.

La app Google Duo, presentada en mayo de 2016, se asemeja en simplicidad a FaceTime. También aquí la función principal la constituyen las videollamadas entre dos participantes, aunque permite videoconferencias de hasta 8. No obstante, se dan algunas diferencias. En contraposición con la aplicación de Apple, con la función “Toc Toc” (“Knock Knock” en inglés), la persona a la que se llama puede ver quién está al otro lado del teléfono antes de responder gracias a una vista previa en vivo. Asimismo, la aplicación permite a sus usuarios enviar mensajes de vídeo.

Google Duo está disponible para dispositivos Android y iOS. Los usuarios de los dispositivos móviles de Apple no tienen que crear una cuenta Google extra para utilizar la aplicación, sino que con el número de teléfono es más que suficiente. También está disponible como aplicación web.

La aplicación Hangouts es considerada por muchos como un intento de Google por competir con WhatsApp en el mercado de la mensajería instantánea. Ofrecida para sistemas Android y iOS, así como web app, no solo puede chatearse con otros usuarios de Hangouts o compartirse archivos con ellos, sino también realizar videoconferencias en las que pueden participar un total de hasta 10 usuarios. Desde finales de 2015, también se puede invitar a personas no registradas en la plataforma a que participen en las videollamadas, las cuales pueden formar parte de la conversación a través del navegador. Desde la aparición de Google Duo y Google Allo (otra plataforma de mensajería instantánea) en 2016, cada vez parece más claro que Google Hangouts va a ir perdiendo relevancia a favor de estas dos aplicaciones. En relación con esto, Google puso de manifiesto que Hangouts estaría más orientado a los clientes comerciales.

La aplicación gratuita de mensajería instantánea de origen japonés ofrece muchas funciones conocidas por competidores como WhatsApp. Entre estas, Line también presenta, además de las funciones clásicas de mensajería instantánea, la posibilidad de realizar videoconferencias entre dos usuarios. Sin embargo, la aplicación va todavía un poco más lejos: al igual que en Facebook, en Line también se puede elaborar una biografía o timeline para compartir fotos, vídeos y mucho más con otros usuarios de Line, creando así una pequeña red social con los contactos. Tanto los mensajes como los archivos pueden guardarse en una carpeta separada por medio de la función “Keep” y también pueden comprarse juegos, stickers y nuevos diseños. En el pasado, Line recibió muchas críticas por la reducida seguridad de los datos, pero ha aprendido la lección. Desde entonces, la comunicación está cifrada con el método de extremo a extremo.

WeChat está disponible para casi todos los sistemas operativos, con Linux como única excepción. La funcionalidad de la aplicación de videollamada se asemeja a la de Line; además de las características clásicas como la función de chat, la telefonía IP con o sin transmisión de vídeo (para un total de 9 participantes) o la transferencia de archivos, esta aplicación también permite crear una especie de crónica para las publicaciones y los mensajes. Para acceder a otras funciones, se recurre a las opciones de compra in-app; no solo puedes acceder a videojuegos y a stickers digitales para Messenger, sino también a servicios como la compra online o la reserva de taxis o de citas médicas.

Este amplio espectro de funciones tan poco común se debe al hecho de que WeChat fue desarrollado por una empresa china. En este país, el uso de Internet está mucho más controlado por parte del Gobierno que en América o Europa e incluso muchos servicios como Facebook están bloqueados. Por ello, WeChat se convierte en una posibilidad muy popular para llevar a cabo las tareas cotidianas en el mundo online del país de Asia oriental. No obstante, la aplicación está sujeta a la extremadamente débil protección de datos de este país, que otorga derecho a los proveedores de WeChat para acceder a una cantidad inmensa de datos de usuario. Tampoco la comunicación en la aplicación destaca por su seguridad y solo se guarda de manera cifrada el historial de los mensajes. A esto se suma la imposibilidad de conocer dónde se encuentran los servidores, cuando su localización determina en esencia la calidad de la protección de los datos que alojan.

Por consiguiente, se puede decir que, de todos los servicios mencionados hasta ahora, es WeChat la que probablemente posea la protección de datos más opaca y débil de todos.

La aplicación de mensajería instantánea Wire puede instalarse en dispositivos Windows, macOS, Linux, Android y iOS o utilizarse en el navegador en línea. Wire también presenta las funciones típicas de un servicio de mensajería: una función de chat con transferencia de archivos, así como llamadas de audio (con hasta 5 cuentas de usuario) y vídeo (entre cuatro usuarios). Además, también se pueden compartir contenidos de YouTube, Vimeo, SoundCloud y Spotify con otros usuarios de Wire.

La empresa responsable de Wire y del desarrollo del software de la aplicación está domiciliada en Suiza y Alemania y el equipo de desarrollo atribuye una gran importancia a la seguridad de todos los contenidos que intercambian los usuarios. Cualquier tipo de transferencia de datos dentro de la aplicación está asegurada mediante el cifrado de extremo a extremo. También habla a favor de la seguridad de esta alternativa a Skype el hecho de que, según sus proveedores, todos los datos de la aplicación se almacenan en servidores alojados en la Unión Europea (Alemania e Irlanda). En general, la política de privacidad de la Unión Europea ofrece un mayor nivel de protección para los datos de los usuarios que en otras partes del mundo. Por todo ello, Wire es uno de los servicios de mensajería instantánea más seguros del mercado.

Junto a la versión gratuita, la compañía también cuenta con soluciones para empresas. Con la elección de una suscripción profesional, puede utilizarse el software para la comunicación interna en la empresa y almacenar las conversaciones en los servidores propios. Con Wire Red provee un servicio que ha de garantizar el mantenimiento de la comunicación en situaciones de crisis.

La anterior tabla muestra que ya son muchas las aplicaciones con las que se pueden realizar videoconferencias con más de dos dispositivos. También pone de relieve la similitud en la funcionalidad de la mayoría de estos servicios, y es que la mensajería instantánea es un denominador común para a casi todos los programas (a excepción de Google Duo y FaceTime). Asimismo, muchas aplicaciones también hacen posible el envío de archivos.

También resulta significativo que muchas de estas aplicaciones hayan sido modificadas en cuanto a sus términos de protección de datos, aunque todavía no hay prácticamente ninguna aplicación que sea realmente segura. Solo tres de los servicios mencionados, Jitsi, Tox y Wire, resultan ejemplares en cuanto a la seguridad frente al espionaje de las conversaciones y al almacenaje de datos de usuarios tales como contenidos de audio, de sonido y de texto.

También cabe destacar que el uso de las aplicaciones de videollamada en dispositivos móviles a través de conexiones inalámbricas puede reducir considerablemente el volumen de datos, por lo que, en el caso de videotelefonía, se suele recomendar el uso de redes locales, sobre todo si se cuenta con una conexión a Internet muy potente. Teniendo esto en cuenta, no habrá nada que obstaculice la puesta en marcha de las videollamadas.