GraphQL: la alternativa flexible a REST para programar API

Las aplicaciones web utilizan API, en inglés Application Programming Interfaces o interfaces de programación de aplicaciones en castellano, para el intercambio y tratamiento de datos, de modo que, si otros servicios han de acceder a datos de tu proyecto web, debes desarrollar e implementar una interfaz de este tipo. También aquí existen estándares asentados como SOAP o REST (Representational State Transfer), que fijan una estructura elemental para tu API compatible con cualquier lenguaje usual de programación –la segunda arquitectura en especial se ha convertido en los últimos años en una solución excelente debido a su simplicidad.

Pero, aunque el triunfo de la arquitectura de REST impresiona, existen alternativas, como GraphQL, igualmente convincentes. El lenguaje de consulta y entorno de tiempo de ejecución de la casa Facebook puede competir perfectamente con SOAP y REST, si bien sus facultades saltan a la luz en las consultas de mayor complejidad.

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¿Qué es GraphQL?

GraphQL es un lenguaje de consulta similar a SQL desarrollado por Facebook en 2012, que incluye un entorno de tiempo de ejecución y un sistema de tipos. Originalmente estaba destinado exclusivamente a su aplicación interna. La causa fue la remodelación de las aplicaciones móviles nativas de Facebook para iOS y Android, las cuales mostraban un rendimiento cada vez más bajo debido a un aumento de la complejidad. En especial para la entrega de los datos del hilo de noticias, la multinacional debía encontrar una solución que representara una relación satisfactoria entre la información que se solicitaba y las consultas al servidor. En 2015, Facebook liberalizó el acceso al código fuente de GraphQL, que en aquel momento gestionaba casi en solitario el acceso a los datos de las aplicaciones móviles. Desde 2017, el proyecto se desarrolla bajo la licencia gratuita OWFa-1.0 (Open Web Foundation).

Así funciona GraphQL

Para entender el funcionamiento de GraphQL, es necesario explicar los tres componentes elementales que caracterizan al proyecto de código abierto:

  • Lenguaje de consulta: en primer lugar, el concepto GraphQL describe un lenguaje de consulta (Query Language) que facilita a los programas el acceso a una API. Mientras otras arquitecturas de interfaz solo permiten consultas estrictas que a menudo solo garantizan acceder a un solo recurso, las consultas GraphQL se distinguen por una gran flexibilidad. Esta se demuestra, en concreto, por el hecho de no existir un límite para el número de recursos consultados y porque se pueden definir exactamente los campos de datos que se van a consultar. GraphQL permite tanto consultas de lectura como de escritura.
  • Sistema de tipos: GraphQL trabaja con un sistema propio de tipos que permite describir a una API con tipos de datos. Las estructuras de datos definidas de este modo son las que crean el marco para las consultas. Cada tipo consta de uno o varios campos que, a su vez, contienen sus propios tipos de datos. Este sistema individual sirve a GraphQL como punto de orientación para validar consultas y poder rechazar las erróneas.
  • Entorno de tiempo de ejecución: por último, GraphQL también ofrece distintos entornos de tiempo de ejecución para servidores para llevar a cabo consultas GraphQL. Este es el propósito de las bibliotecas disponibles para distintos lenguajes de programación, por ejemplo, Go, Java, JavaScript, PHP, Python o Ruby, que otorgan una gran libertad al usuario a la hora de elegir el lenguaje de su API GraphQL. No obstante, el entorno de tiempo de ejecución es exclusivamente responsable de la conversión (análisis) y validación de las consultas, además de la serialización de las respuestas (conversión del objeto en un orden correspondiente de bits). Guardar y calcular los datos (por ejemplo, en un banco de datos) corresponde al ámbito de funciones de tu aplicación web.

La interacción del lenguaje de consulta, el sistema de tipos y el entorno de tiempo de ejecución genera una estructura API extremadamente versátil no solo para cualquier plataforma o aplicación, sino que también puede ajustarse perfectamente a las propiedades de tu aplicación web: puedes integrar la interfaz de GraphQL sin problemas en el código de tu proyecto, independientemente del marco de trabajo que utilices, sea Django, Rails o Node.js.

¿Qué distingue a GraphQL?

Una de las características principales de GraphQL es la sencillez del lenguaje de consulta, que facilita a los desarrolladores el acceso a la interfaz. Al utilizar GraphQL es fácil darse cuenta de que las respuestas que se obtienen reflejan exactamente las consultas que se han formulado. El formato de salida es el ligero y popular formato JavaScript JSON (JavaScript Object Notation). Por lo tanto, enviar una consulta exacta no debería suponer ningún desafío, siempre que conozcas la estructura de los datos que tu aplicación necesita y la formules en la consulta. Junto a la sencillez en la creación de consultas, GraphQL destaca especialmente por las siguientes características:

  • Estructura jerárquica: las bases de datos que pueden consultarse con API de GraphQL tienen una estructura jerárquica. Es posible generar relaciones de forma automática entre los objetos que permiten formular (y responder) consultas complejas en una única solicitud. El intercambio de mensajes entre el servidor y el cliente (también llamados “round trips”) no es necesario. Esta jerarquía de datos es especialmente idónea para bases de datos orientadas a grafos como JanusGraph y para interfaces de usuario que también suelen ordenarse jerárquicamente.
  • Tipificación estricta: cada nivel en una consulta GraphQL corresponde a un determinado tipo, y cada tipo describe un conjunto de campos disponibles. No obstante, este sistema de tipos no solo puede determinar automáticamente si una consulta está formulada de manera correcta o incorrecta: como SQL y gracias a la estricta tipificación, GraphQL puede emitir mensajes de error ya durante el desarrollo o el envío de consultas.
  • Flexibilidad: GraphQL permite formular consultas flexibles y otorga al usuario una gama de libertades y ventajas en el desarrollo y ajuste de tu interfaz. Normalmente se requieren pocos reajustes del lado del servidor, aunque el equipo de desarrolladores puede actuar de manera totalmente independiente respecto del equipo responsable del componente cliente. Además, todos los cambios o las ampliaciones de las API se pueden ejecutar sin versionado, ya que, si es necesario añadir campos adicionales, se puede hacer fácilmente sin perjudicar a los clientes existentes.

GraphQL vs. REST: ¿qué diferencia a ambos conceptos API?

Ya hemos mencionado el gran éxito de REST en la World Wide Web de la misma forma que hemos hecho hincapié en GraphQL como una alternativa seria a esta consolidada arquitectura para servicios web, basada en HTTP y orientada a recursos. Lo que lo hizo posible fue, sobre todo, un desarrollo que fue el que motivó a Facebook a la concepción de GraphQL: la creciente relevancia y complejidad de las aplicaciones web móviles. Es en especial en las aplicaciones de Android, iOS, etc., donde se demuestra la gran fortaleza de GraphQL como base para API: con una única consulta se puede acceder a todos los datos.

La instancia servidor de GraphQL entrega exactamente la información definida en la consulta, de manera que no se envíen ni más ni menos datos de los necesarios a través de la interfaz. En otras API REST comparables puedes consultar solamente un registro por consulta, con lo cual este se emite en su totalidad. Si hacemos una comparación directa entre GraphQL y REST, se demuestra que el concepto de consulta de Facebook es considerablemente más preciso y eficaz, lo cual beneficia al rendimiento de tu aplicación. Este vale la pena especialmente para usuarios de dispositivos móviles, cuya conexión a internet es frecuentemente débil.

Mientras que, por un lado, la libertad de las consultas en GraphQL genera muchas ventajas, por el otro puede conllevar, sin embargo, serios problemas de seguridad, sobre todo, si quieres ofrecer API abiertas a través de las cuales no puedes controlar el comportamiento de las consultas de clientes de terceros. Podría ocurrir que una gran cantidad de consultas provocara un fallo o caída del servidor (de forma intencionada o inintencionada). Esta situación, de la que debes protegerte debidamente, no es tan inminente si implementas una API REST. Implementar GraphQL en el backend de tal forma que rinda y funcione de manera segura es bastante más difícil.

Además, la implementación de un método de almacenamiento en caché es mucho más complicado para las consultas invariables de GraphQL que para consultas a través de una interfaz REST. Estas se pueden guardar temporalmente (por ejemplo, en el navegador) con los métodos de almacenamiento en caché de la especificación HTTP.

Tutorial de GraphQL con un ejemplo

GraphQL te ofrece, gracias a la amplia oferta de bibliotecas disponibles, múltiples opciones a la hora de escoger el lenguaje de programación base. Esta es también una de las mayores ventajas a la hora de implementar una interfaz de GraphQL en tu aplicación. De esta manera, si te gusta Phyton, puedes recurrir a la biblioteca Graphene o trabajar con la biblioteca GraphQL-java si tu proyecto se basa en Java. Si tu aplicación web se basa en el entorno de tiempo de ejecución de JavaScript Node.js, GraphQL.js puede servir, entre otros, como base para su implementación.

Nota

Puedes encontrar un listado de las bibliotecas para GraphQL y aplicaciones clientes disponibles para distintos lenguajes de programación en la página oficial de GraphQL.

En el siguiente tutorial de GraphQL te explicamos cómo empezar a utilizar el framework API para una aplicación JavaScript, donde, además de la mencionada biblioteca GraphQL.js, también se emplea el marco web Express.

Paso 1: instalación de la biblioteca

Para poder utilizar bibliotecas GraphQL, debes instalarlas primero. Para instalar la biblioteca JavaScript GraphQL.js utiliza el gestor de paquetes de JavaScript npm (Node Package Manager) y el siguiente comando:

npm install --save graphql

Como alternativa, puedes adquirir la biblioteca también desde el gestor de paquetes y dependencias Yarn desarrollado, entre otros, por Facebook (principalmente) y Google:

yarn add graphql

En cualquier caso, es necesario tener instalada una versión actual de Node.js (recomendamos Node v6.0.0 o superior).

Paso 2: el primer esquema de consultas

Para que tu aplicación pueda procesar consultas GraphQL, necesitas un esquema que defina el tipo “Query” (es decir, “consulta”) y el punto de acceso a tu interfaz (también llamado raíz API) que incluye la función “resolver”. Para realizar una interfaz GraphQL que únicamente emita el mensaje “¡Hola, mundo!”, el código que se escribiría en el archivo server.js creado para este fin sería este:

var { graphql, buildSchema } = require('graphql');
// construye esquema basado en el concepto GraphQL
var schema = buildSchema(`
type Query {
hello: String
}
`);
// la raíz API provee una función “resolver” para cada punto final que accede
var root = {
hello: () => {
return '¡Hola, mundo!';
},
};
// ejecuta consulta GraphQL '{ hello }' y emite la respuesta correcta
graphql(schema, '{ hello }', root).then(response => {
console.log(response);
});

Si ejecutas este código con Node.js introduciendo en la terminal este comando:

node server.js

deberías obtener este mensaje de respuesta:

{ data: { hello: '¡Hola, mundo!' } }

Paso 3: tu propio servidor GraphQL con Express

Tras haber generado una consulta sencilla en los pasos anteriores y haberla ejecutado en la terminal de comandos, es el momento de poner en marcha un servidor API GraphQL. Con él podrás, por ejemplo, acceder a la interfaz utilizando un navegador web corriente. Para ello, instala primero el framework de aplicaciones Express previamente mencionada, así como la biblioteca express-GraphQL con este comando:

npm install express express- graphql --save

A continuación, modifica la consulta GraphQL “¡Hola, mundo!” de tal modo que, en lugar de un sencillo script, se convierta en la base de tu servidor GraphQL. Para ello, implementa el módulo Express y utiliza la biblioteca express-GraphQL para integrar el servidor API con el punto final HTTP “/graphql”:

var express = require('express');
var graphqlHTTP = require('express-graphql');
var { buildSchema } = require('graphql');
// construye un equema basado en el concepto GraphQL
var schema = buildSchema(`
type Query {
hello: String
}
`);
// la raíz API provee una función “resolver” para cada punto final que accede
var root = {
hello: () => {
return '¡Hola Mundo!';
},
};
var app = express();
app.use('/graphql', graphqlHTTP({
schema: schema,
rootValue: root,
graphiql: true
}));
app.listen(4000);
console.log('GraphQL-API-Server auf localhost:4000/graphql ausführen');

Como en el ejemplo anterior, abre el archivo server.js con Node.js, con la diferencia de que esta vez no ejecutas una consulta, sino que inicias tu servidor API:

node server.js

En el código del servidor Express GraphQL no solo se especifica el esquema y la raíz API, sino que también se genera el punto final HTTP “/graphql”. Mediante la entrada “graphiql: true” se activa, entre otros, la herramienta homónima que te facilita la entrada de consultas a través de una interfaz gráfica de usuario. Para ello, abre tu navegador e introduce la siguiente dirección:

http://localhost:4000/graphql

Una vez instalados los componentes necesarios mencionados, creado tu primer esquema de consulta y puesto en marcha tu propio servidor, tal como se describe en los pasos de este tutorial para GraphQL, estás preparado para familiarizarte con las posibilidades de entrada de consultas.

Puedes encontrar más información al respecto, así como explicaciones detalladas sobre el diseño de backends y frontends de GraphQL en la sección de tutoriales de la página oficial de desarrollo de la API de Facebook.

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