10 Ventajas de la virtualización de servidores

La digitalización no cesa y las exigencias de la infraestructura informática aumentan constantemente, por lo que la eficiencia es un factor de éxito determinante para las empresas de todos los tamaños. La virtualización de servidores ha demostrado ser una tecnología pionera que ayuda a las empresas a aprovechar al máximo sus recursos informáticos al tiempo que reducen sus costes. Sin embargo, muchas empresas dudan en implementarla, muchas veces por motivos erróneos.

¿Qué es la virtualización de servidores?

La virtualización de servidores es una tecnología que permite operar múltiples servidores virtuales independientes en una misma plataforma de hardware física. En el pasado era necesario un servidor físico para cada aplicación, lo que suponía un uso ineficiente de los recursos. En la virtualización, los servidores físicos se convierten en máquinas virtuales (MV) que pueden ejecutar su propio sistema operativo y aplicaciones compartiendo hardware físico. Con el aislamiento en el plano virtual el aprovisionamiento de recursos es más flexible y el hardware se usa de manera más eficiente.

Te explicamos las distintas formas de virtualización existentes y las ventajas e inconvenientes de cada una en nuestro artículo sobre la virtualización. Las siguientes 10 ventajas de la virtualización aclaran cómo pueden usar las empresas esta tecnología.

Ventajas de la virtualización de servidores

Ahorro de energía

La virtualización de servidores permite a las empresas ahorrar energía y reducir los costes operativos. Agrupando múltiples servidores en menos hardware se reduce el consumo de energía. Menos servidores implican menos consumo de energía en la refrigeración, iluminación y mantenimiento. Además, con la virtualización, los recursos como la CPU, la RAM y el espacio pueden repartirse dinámicamente entre las máquinas virtuales (MV) gracias a los hipervisores para lograr un uso óptimo de la capacidad. Con esto se reduce aún más el consumo energético.

Centros de cálculo más pequeños

Reducir la infraestructura de servidores físicos no solo lleva a reducir los costes, también lleva a centros de cálculo más pequeños. Con la virtualización las empresas pueden reducir de manera importante el espacio físico que necesitan ya que necesitan menos servidores físicos para proporcionar los mismos servicios y aplicaciones. Así las empresas pueden aprovechar al máximo el espacio y utilizar los centros de cálculo existentes de forma más eficiente o recurrir a centros de cálculo más pequeños. Al ser estos más pequeños se optimizan los procedimientos operativos y se pueden configurar de forma más flexible. La infraestructura más sencilla y eficiente permite prestar servicios y aplicaciones nuevos más rápidamente, con una mayor velocidad innovativa y ventajas frente a la competencia.

Espacio para un laboratorio propio

Otra ventaja de la virtualización es que las empresas pueden montar sus propios centros de pruebas sin necesidad de hardware físico adicional. Con la creación de máquinas virtuales (MV) en los servidores ya existentes con software de virtualización, pueden montarse entornos de desarrollo y prueba sin costes adicionales. De esta manera pueden testarse distintas aplicaciones, sistemas operativos y configuraciones en entornos virtuales separados.

Provisión rápida de servidores

Los servidores virtuales son significativamente más rápidos que un servidor físico. En pocos minutos pueden crearse y configurarse nuevas máquinas virtuales, y eso incrementa la agilidad y capacidad de reacción del operador informático.

Reducción de la dependencia del hardware de un único proveedor

La virtualización reduce la dependencia de fabricantes de hardware específicos, por lo que las empresas tienen más flexiblidad a la hora de elegir su hardware y eso les permite seleccionar los componentes que cumplen mejor con sus requisitos. Así también pueden reducir los costes, comparar ofertas competidoras y finalmente elegir el hardware más idóneo para sus necesidades sin acabar atadas a un solo proveedor mediante un largo contrato.

Por tanto, otra gran ventaja de la virtualización es la flexibilidad que ganan las empresas debido a la reducción de la dependencia de un solo fabricante. Se reducen los costes operativos y las empresas pueden reaccionar mejor a sus necesidades cambiantes.

Aumento de la disponibilidad

Con la posibilidad de migrar rápidamente máquinas virtuales entre hosts físicos, los tiempos de inactividad de los fallos de hardware se minimizan. Esto aumenta la disponibilidad de los servicios y aplicaciones. Las máquinas virtuales pueden replicarse en múltiples servidores físicos haciendo uso de las tecnologías de clustering, que en caso de fallo de hardware llevan a una restauración automática en otro host disponible y minimizan los tiempos de inactividad.

Las tecnologías de migración en vivo hacen posible mover máquinas virtuales de un host físico a otro sin interrupción, lo que permite a las empresas realizar tareas de mantenimiento o reasignar recursos sin afectar a la disponibilidad del servicio. La supervisión automatizada y la detección de fallos mediante herramientas de gestión de la virtualización ayudan a identificar y resolver posibles problemas con antelación para evitar tiempos de inactividad. Otras ventajas de la virtualización son el aumento de la productividad, la mejora de la satisfacción del cliente y el ahorro de coste.

Recuperación ante desastres virtuales

Una ventaja de la virtualización de servidores es la “Virtual Disaster Recovery” o recuperación ante desastres virtuales. Las empresas pueden convertir sus servidores físicos en máquinas virtuales y replicarlos en servidores backup acortando los tiempos de recuperación en comparación con los métodos tradicionales. Esta solución hace un uso eficiente de los costes ya que no requiere un costoso hardware de seguridad sino que pueden usarse los entornos de virtualización existentes.

Además, la automatización de los procesos de Disaster Recovery permite una rápida reacción a las emergencias y minimizar los errores humanos. Mediante la flexibilidad y escalabilidad de la recuperación ante desastres virtuales, las empresas pueden ajustar su estrategia de emergencia a los requisitos cambiantes y garantizar la continuidad del negocio. Las pruebas y validaciones regulares garantizan que los procesos de recuperación funcionan de manera efectiva.

Aplicaciones aisladas

Proveyendo entornos virtuales separados para aplicaciones distintas, los recursos de las empresas, como la CPU, RAM y espacio pueden usarse eficientemente y asegurarse de que cada aplicación dispone de los recursos que necesita sin perjudicar a otra aplicación. Los entornos aislados mejoran la seguridad reduciendo el riesgo de fugas de datos. Asimismo, la gestión y mantenimiento de las aplicaciones se facilita, ya que pueden realizarse cambios en configuración y las actualizaciones en entornos aislados sin afectar a otras aplicaciones.

Prolongación de la vida útil de las aplicaciones más antiguas

Además, la virtualización puede alargar la vida útil de las aplicaciones más antiguas ofreciéndoles un entorno independiente del hardware físico. Las empresas pueden seguir utilizando aplicaciones más antiguas si el hardware que usan está obsoleto o ya no es compatible, y ejecutarlas en servidores modernos en la nube mejorando la compatibilidad y la disponibilidad de software antiguo. De esta manera, se reducen significativamente los costes de migración a plataformas nuevas o el desarrollo de nuevas aplicaciones.

Integración en la nube

La integración de la virtualización de servidores y de tecnologías cloud aporta a las empresas una infraestructura flexible y potente al poder incorporar fácilmente a la nube entornos virtualizados independientemente de si se trata de una nube pública, híbrida o privada. Al usar una nube, las empresas pueden escalar los recursos rápidamente según sea necesario sin invertir en costoso hardware. La nube proporciona una infraestructura flexible y altamente disponible donde tener a buen recaudo los datos y las aplicaciones.

Conclusión

La mejora de la escalabilidad, la agilidad, la eficiencia de costes y la seguridad son algunas de las ventajas de la virtualización. Tener una infraestructura flexible y altamente disponible permite a las empresas aumentar su competitividad, impulsar su innovación y ofrecer a los clientes un servicio excepcional.

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