Crowdfunding: definición, modelos y ejemplos
El crowdfunding, también denominado micromecenazgo y financiación colectiva, permite llevar a cabo todo tipo de proyectos sin necesidad de involucrar a inversores acreditados. En lugar de ello, es el conjunto de entusiastas interesados en el proyecto el que lo financia, ya sea con donaciones o préstamos. Se trata de un concepto relativamente nuevo, pues nació con la creación en 2008 de la web Indiegogo y la puesta en marcha un año después de la plataforma Kickstarter.com. Desde ese momento, este método de financiación ha permitido llevar a cabo un gran número de proyectos, entre los que se encuentran las criptodivisas, álbumes de música, proyectos de software, videojuegos y objetos cotidianos muy innovadores.
En España, las plataformas de financiación participativa quedan reguladas en la Ley 5/2015, aunque algunos apuntan a su posible obsolescencia debido a la rapidez con la que evoluciona el micromecenazgo. Y es que muchas empresas y particulares consideran que el crowdfunding es un método de financiación muy efectivo y por ello recurren a él para poder hacer realidad proyectos innovadores sin tener que dejarlos financiar por grandes inversores.
Crowdfunding es el término con el que se designa a la financiación de un proyecto mediante contribuciones procedentes sobre todo de particulares que libremente deciden la cantidad que quieren aportar. En la mayoría de los casos se establece una determinada meta de financiación y se recompensa a los participantes en función de su aportación. Es importante resaltar que la transparencia de los proyectos es esencial en este tipo de financiación.
¿Qué es el crowdfunding y en qué consiste?
El crowdfunding apuesta por un marketing atractivo y efectivo que permita ganar inversores particulares. Teniendo en cuenta que este tipo de financiación se apoya en un vínculo de confianza, las promesas realizadas a los potenciales interesados han de ser realistas, pero al mismo tiempo tan tentadoras que estos no puedan resistirse a participar en la financiación de un proyecto que todavía no se ha materializado. Es por ello que la transparencia se convierte en un valor esencial del crowdfunding: si continuamente se va informando a quienes han realizado aportaciones de los avances en el proyecto, se consigue fortalecer el ya citado vínculo de confianza, además de ganar nuevos simpatizantes. Cuando otros ven que se está llevando a cabo un trabajo prometedor, es más probable que se decidan también a contribuir.
Este tipo de financiación lleva consigo un efecto de arrastre, de hecho, son los proyectos con más éxito los que se hacen virales en las redes sociales, dando lugar en ocasiones a un despliegue publicitario de gran calibre, con la consecuente obtención de impresionantes recursos para la financiación. Sin embargo, no pasa muy a menudo. A pesar de todo, los proyectos de crowdfunding atraen con mucha frecuencia una cantidad asombrosa de donaciones.
En la mayoría de las plataformas de crowdfunding se muestra la cantidad recaudada, de modo que, si se ha dado a conocer el objetivo financiero que se quiere conseguir, los participantes pueden saber en todo momento cuánto éxito está teniendo la campaña. A veces también se establecen los llamados objetivos intermedios (milestones): cuanto más dinero se recauda, mayores son las promesas en torno al producto final. A menudo estos objetivos intermedios están por encima del objetivo financiero primario, de modo que el proyecto alcanza un límite más alto del que se planeó en su origen.
Además, se puede premiar a los participantes en función de la cantidad proporcionada. A los más generosos se les promete, entre otras cosas, un ejemplar gratuito del producto final, la versión premium, incluir su nombre en los “créditos”, un producto promocional especial, acceso a un tipo de club “VIP”, etc., y de esta forma se les compensa antes de que el proyecto se haya desarrollado completamente.
Crowdfunding: modelos y ejemplos
La contraprestación que el participante recibe por cada aportación determina el modelo de crowdfunding, aunque el tipo de flujos financieros también es importante. Los términos para la denominación de estos modelos, un total de cuatro, aún no son homogéneos, pues no proceden de un principio teórico, sino que se han ido cristalizando en la práctica en los últimos años. De hecho, no existe una delimitación clara entre modelos, de modo que, conforme una campaña va avanzando, esta puede pasar del crowdfunding de donaciones al modelo clásico, basado en recompensas.
Crowdfunding de recompensa
Es el tipo de crowdfunding clásico y consiste en reunir fondos a partir de diversas aportaciones y prometer como contrapartida la realización del producto final. Además, a menudo se dan a los participantes compensaciones inmateriales (inclusión en los créditos, acceso a la versión beta, prioridad en los pedidos, etc.) o materiales (merchandising, prototipos, etc.). Es por ello por lo que se usa el término “recompensa” en su denominación. Normalmente, esta recompensa depende de la cantidad donada.
Ejemplo: un pequeño equipo de desarrolladores quiere crear un videojuego basado en un concepto nuevo e innovador, pero no tienen ningún socio que se ocupe de invertir en el proyecto, motivo por el que se deciden por el micromecenazgo: a cambio de 50 000 euros en total, el equipo se compromete a tener el juego terminado en un año como máximo y, además, incluirán todos los nombres de los “mecenas” en los créditos finales del videojuego. No obstante, quienes realicen una donación a partir de 50 euros recibirán también una camiseta; a partir de 100, el acceso a la fase de prueba beta, y a los inversores más generosos, es decir, aquellos que donen al menos 500 euros, los desarrolladores les dedican una figura personalizada que aparece en algún momento del juego.
Equity crowdfunding o de inversión
Este método permite a los inversores participar del beneficio posterior y es comúnmente utilizado por startups y otros ámbitos de fundación. Para que este tipo de micromecenazgo sea efectivo es esencial que la idea muestre cierto potencial de éxito comercial: si este es lo suficientemente alto, no solo será posible obtener la base financiera del proyecto, sino también mejorar su alcance comercial. Dado que el crowdfunding tiene una naturaleza viral, la popularidad de la propia marca aumenta, abriéndose a nuevos mercados.
Ejemplo: una startup recién creada produce de forma local una bebida refrescante ecológica que tiene mucho éxito entre la población joven. La empresa quiere expandirse por todo el territorio español y comercializar la bebida. Para ello comienza una campaña de crowdfunding y promete a los inversores una parte de los beneficios futuros en función de la inversión realizada. Además, a partir de una determinada suma, los inversores también recibirán mensualmente una suscripción a la bebida.
Crowdfunding de donaciones
Este es el micromecenazgo más sencillo de todos. En él, la recaudación se lleva a cabo sin prometer ninguna contraprestación. Anteriormente, este concepto era entendido como una simple donación o recaudación de fondos pero, con la digitalización, estas ideas también se incluyen en el ámbito del crowdfunding. Para realizar este modelo de financiación colectiva, basta con organizar la recogida de donaciones a través de una plataforma de Internet.
Ejemplo: una comunidad de vecinos quiere que el parque del barrio disponga de una zona de juegos, no obstante, no tienen recursos económicos para llevarlo a cabo, pues el ayuntamiento ha rechazado el proyecto. Para poder financiarlo, un grupo de padres y madres crea una página web de crowdfunding para recibir donaciones por parte de los habitantes de la zona. Además, para ganar visibilidad comparten la página web en diversas redes sociales e inesperadamente el proyecto se hace viral. Cuál es su sorpresa cuando una escritora de renombre, que se ha enterado del problema a través de las redes, ha decidido tomar parte en la causa donando una importante suma de dinero.
Crowdfunding de préstamo o crowdlending
Este método de crowdfunding funciona a través de muchos y pequeños créditos. Con los inversores (prestamistas, al fin y al cabo) se acuerdan una serie de intereses, cuyo cumplimiento es negociado por una entidad de prestigio. A diferencia del crowdfunding de inversión, con este método se reembolsa el crédito prestado junto a los intereses pactados. Aunque este tipo de crowdfunding no tiene lugar a través de un banco, no está exento de tributación. Además, los requisitos que imponen las plataformas de este tipo de micromecenazgo son mucho más altos que las del resto.
Ejemplo: una startup quiere invertir en un proyecto nuevo pero le faltan los medios necesarios para ello. Por eso decide iniciar una campaña de crowdfunding en la que se negocia con los inversores una devolución del crédito prestado con un interés del 5 % en un periodo menor a dos años. En cuanto se obtiene la cantidad, comienzan a trabajar en el proyecto.
Factores para tener éxito con una campaña de crowdfunding
Gracias al crowdfunding se han llevado a cabo proyectos remarcables pero, por otro lado, también ha habido muchos que han fracasado, causando importantes daños en algunos casos. Y es que hay que tener en cuenta que el micromecenazgo no es ningún método milagroso para financiar proyectos y que exige mucho trabajo, constancia y habilidad por parte de los desarrolladores. Al fin y al cabo, un crowdfunding de éxito se basa en la interacción de numerosos factores:
- Ser realista. Tanto la planificación del proyecto como la cuantía han de definirse de forma realista, lo que depende de muchos factores. No se debe requerir más dinero del que corresponda al sector y al tamaño del proyecto y es indispensable que en la planificación financiera se fije la cantidad requerida de la forma más realista posible. Solo cuando se conocen los costes que derivan del proyecto es posible comunicar a los inversores y mecenas potenciales un objetivo económico creíble. La descripción del proyecto tampoco ha de ser excesiva pues, si se promete lo imposible, se corre el peligro de no ser tomado en serio, más si se tiene en cuenta el escepticismo que ha ido calando con el tiempo en los posibles interesados en financiar los proyectos de crowdfunding, ya que han tenido que afrontar diversas decepciones. Por ello, hay que dar motivos suficientes para que el escepticismo no rodee a la campaña de crowdfunding.
- Mantener la transparencia. Ser honestos con el equipo y con las personas que han apostado por el proyecto y participar activamente en alcanzar el objetivo establecido es esencial para mantener la confianza. Por ello, no puede desatenderse la comunicación, para lo que resulta ideal informar con cierta regularidad sobre el estado del proyecto. De esta forma también se aumenta el grado de satisfacción de estos mecenas de la era virtual, que pueden ver el efecto de las aportaciones y decidirse, por qué no, a participar de nuevo. Además, como ya se ha indicado, hacer público el estado del proyecto puede atraer la atención de nuevos interesados, aumentado así la participación.
- Imagen profesional sin alejarse del público. El contenido que se comparte ha de ser profesional: nada de textos con errores, ni imágenes o vídeos de aficionados, aunque no por ello hay que alejarse demasiado del perfil de las personas que han realizado las aportaciones: en un proyecto de videojuegos se puede utilizar un tono mucho más relajado que el que se usa cuando el objetivo en cuestión es el desarrollo de un software para empresas. Conseguir el equilibrio perfecto entre profesionalidad y accesibilidad es determinante para ganarse la simpatía de los interesados. De hecho, muchas de las directrices no escritas del marketing online también son aplicables al crowdfunding.
- Cumplir las promesas. Si el equipo ha prometido que las aportaciones de cierta cantidad van a tener una contraprestación, tiene que cumplir con su palabra. Así, no solo se mantiene la confianza, sino que además puede que los participantes se decidan a hacer publicidad del proyecto. Lo mejor es realizar promesas que puedan hacerse realidad lo antes posible: por ejemplo, con artículos de merchandising como camisetas y gorras, que se fabrican rápidamente y que, dotados con el logo del proyecto, también hacen publicidad de este. Otra de las promesas que no hay que olvidar es la relativa a informar sobre el estado del proyecto. Si, por ejemplo, se ha establecido que en el blog del proyecto se subirá semanalmente una comunicación al respecto, ha de ser así. Además, compartir un tweet o post en Instagram sobre los pequeños avances de vez en cuando también contribuirá a mejorar la imagen de la campaña.
Ventajas y desventajas del crowdfunding
Ventajas | Desventajas |
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Libertad en la planificación del proyecto sin compromisos no deseados. | El estrés constante puede desembocar en frustración y decepción cuando no se pueden cumplir las metas establecidas. Una ola de publicidad negativa puede poner en peligro el proyecto. |
El proyecto se somete a pruebas de mercado: si la idea no es buena, o la presentación no es lo suficiente atractiva, no recibirá financiación. Pero, al mismo tiempo, se va recogiendo un feedback muy valioso para mejorar el proyecto en el futuro. | La presentación detallada del plan del proyecto con todos y cada uno de los pasos puede causar plagios y robo de ideas por parte de la competencia. |
Construcción de una comunidad en torno al proyecto: creación de campañas publicitarias y propagación viral en las redes sociales. | Mucha competencia: las plataformas de crowdfunding han sido invadidas con proyectos poco viables. Por eso, el proyecto presentado ha de destacar entre el resto y llamar la atención frente a la competencia. |
La financiación a través de este método suele ser más rentable que la que opta por intermediarios (por ejemplo, los créditos bancarios). | Los grupos de miembros de las plataformas de micromecenazgo poseen las mismas características que una comunidad online, por lo que también cuenta con los aspectos negativos: hay que lidiar con troles, críticas injustas y excesivas, así como con ataques personales. |
Una comunicación permanente con la comunidad y la obtención de feedback garantiza el flujo constante de nuevas ideas. | La gestión, a veces lenta, de la comunidad puede desviar la atención de los avances del proyecto |
El éxito del producto final se puede determinar mejor al analizar a la comunidad. | |
La obligación de realizar una planificación competente del proyecto y de actualizarlo constantemente requiere una mayor concentración y hace que el trabajo en el proyecto sea más eficiente. |
Se puede iniciar una campaña de crowdfunding en diferentes plataformas. En la Digital Guide podrás tener acceso a las mejores plataformas de crowdfunding.
Las mejores campañas de crowdfunding
La tecnología blockchain y las criptomonedas: Filecoin, Tezos, EOS
Entre las campañas de crowdfunding con más éxito se encuentran numerosos proyectos del ámbito de la cadena de bloques (blockchain) y la criptomoneda. Filecoin, de la empresa Protocol Labs, es una aplicación para el almacenamiento de datos de forma descentralizada y permite realizar procesos de pagos digitales basados en la tecnología blockchain. Con una recaudación de alrededor de 257 millones de dólares estadounidenses, Filecoin se presenta hasta la fecha como el proyecto de crowdfunding con mejor resultado desde el punto de vista financiero. Le siguen los proyectos Tezos (232 millones de dólares) y EOS (185 millones de dólares), también relacionados con el blockchain.
Considerar a estas campañas dentro del ámbito del crowdfunding es ciertamente controvertido para muchos, pues estos proyectos a menudo se mueven dentro de la burbuja de especulación de las criptodivisas y los contribuyentes suelen recibir “únicamente” como contraprestación una cantidad determinada de la criptomoneda correspondiente. Además, los inversores no se mueven por el interés o entusiasmo hacia un determinado proyecto, sino que especulan con el éxito de la campaña, que se alimenta de esta forma de la euforia en torno a la criptomoneda. Por eso, es común comparar a las campañas de crowdfunding en el ámbito de la cadena de bloques y las criptomonedas con la especulación en bolsa. Lo que está claro es que este modelo particular de crowdfunding parece ser el medio de cultivo perfecto para las criptomonedas.
Videojuegos: Star Citizen y Undertale
El micromecenazgo ha tenido hasta la actualidad una gran influencia en la industria del videojuego y ha ayudado a muchos desarrolladores independientes a hacer realidad sus proyectos. El proyecto de videojuego Star Citizen se erige como el cuarto proyecto más conocido de la tecnología blockchain. Hasta la fecha ha recaudado en torno a 180 millones de dólares, diferenciándose en gran medida de la competencia. Star Citizen es un juego de simulación espacial que otorga a los jugadores una libertad casi ilimitada y reúne diferentes géneros de videojuegos muy populares. La campaña de crowdfunding tuvo mucho éxito en la plataforma Kickstarter y ayudó al proyecto a conseguir una campaña publicitaria online sin precedentes.
Sin embargo, la mayor parte de los beneficios se obtuvo de la venta de contenido individual para el próximo juego. De esta forma, en función de sus aportaciones, los participantes pueden reservar con antelación naves espaciales, objetos y terrenos del juego. Las cantidades, a veces impensables, han contribuido aún más a la gloria del juego. Muchos de los aficionados realizaban donaciones de hasta cinco cifras para así tener mayores ventajas cuando se pusiera a su disposición el juego, lo que a su vez se vio acompañado de una importante cobertura por parte de los medios de comunicación. No obstante, todo ello pone al proyecto bajo una gran presión, pues ha de cumplir con los estándares de calidad esperados y debe conseguir el alcance esperado. No obstante, la comunidad ha tenido que armarse de paciencia. Los desarrolladores han pospuesto continuamente tanto la fecha de publicación como los objetivos intermedios.
A diferencia de Star Citizen, en el juego de rol de culto Undertale es el minimalismo la palabra clave. La campaña, alojada en la plataforma Kickstarter, se creó basándose en un objetivo inicial de 10 000 dólares, pero el desarrollador consiguió los 50 000 dólares. De hecho, el resultado superó todas las expectativas y se convirtió en un éxito de culto y en uno de los juegos indie más conocidos de todos los tiempos. Así, fue incluido en muchas de las listas con los mejores juegos de ese año, posicionándose junto a otros de mayor presupuesto.
Undertale, que con su estética retro recuerda a los juegos de la década de 1990, fue el principal proyecto personal de Toby Fox. A pesar de tratarse de un juego poco convencional por su historia, humor y forma dejugar, alcanzó cifras de ventas sin precedentes y fue adaptado a PlayStation 4, PlayStation Vita y Nintendo Switch. Una historia de éxito inspiradora, posible a un crowdfunding relativamente reducido que supuestamente ha hecho millonario a Toby Fox.
Productos alimenticios: Flow Hive
Flow Hive es una innovadora colmena que permite al apicultor obtener miel sin molestar a la colonia de abejas. Con una recaudación de alrededor de 13 millones de dólares estadounidenses, el proyecto tuvo muy buena acogida y en marzo de 2018 ya se habían vendido en torno a 50 000 artículos. De hecho, este es uno de los proyectos más exitosos financiados en la plataforma Indiegogo. Flow Hive ya tiene una segunda versión que mejora la primera a partir del feedback obtenido. El proyecto atrajo la atención de diferentes medios y redes sociales, atribuyéndosele el mérito de haber hecho surgir a nuevos aficionados a la apicultura.
Software: FirstBlood
FirstBlood permite a los jugadores de todo el mundo competir entre ellos en una plataforma descentralizada, aspirando a revolucionar el joven pero poco exitoso campo de los eSports. El sistema de contraprestación es muy innovador y funciona a través de la tecnología blockchain de forma muy similar a como lo hace una criptomoneda, divisa que puede usarse para invertir en juegos, en jugadores y en equipos. El juego ofrece, además, la oportunidad de desempeñar determinados papeles en la comunidad, ya sea de miembro del jurado o de testigo, lo que a su vez se recompensa con dinero virtual. La idea tuvo mucho éxito: en pocos minutos se recaudaron en torno a 5 millones de dólares. A los inversores se les ofrecía la criptomoneda como contraprestación en función de su donación. Además, los que invirtieron en la campaña en la primera hora recibieron un descuento del 70 % en la moneda.
Campañas de crowdfunding inusuales
Basta con echar un vistazo a las diferentes plataformas de crowdfunding para comprobar que la popularidad de este método de financiación ha ido aumentando con el paso de los años. No obstante, los proyectos que se presentan no siempre son innovadores e interesantes, existiendo campañas poco usuales, algunas de las cuales han causado gran revuelo en la comunidad de Internet.
Un ejemplo es la campaña puesta en marcha por Zack Danger Brown, quien pedía 10 dólares para poder hacer su primera ensalada de patatas. No cabe duda de que con los cerca de 55 000 dólares que recaudaron pudieron hacer realidad su proyecto, aunque hay que decir que Brown donó la mayor parte del dinero obtenido a una organización humanitaria.
Para los más escépticos, el rapero B.o.B, reconocido terraplanista (movimiento que sostiene que la tierra es plana), quiso recaudar 200 000 dólares a través de la plataforma GoFundMe con el objetivo de mandar un satélite al espacio para poder demostrar su hipótesis. Más tarde subió la cantidad a un millón. No obstante, hasta la fecha B.o.B. no ha superado los 7 000 dólares. Aunque no ha conseguido su objetivo económico, su campaña ha sido lo suficientemente controvertida como para que se hayan hecho eco los medios de comunicación, lo que lleva a muchos a creer que tras este proyecto se esconde una campaña de marketing para dar a conocer al cantante.
Muchas de las campañas que se pretenden financiar mediante crowdfunding carecen de seriedad para muchos de los miembros de esta comunidad: existen proyectos para financiar enlaces matrimoniales, otros para pagar un tatuaje y otros que tienen intenciones políticas. Mientras que algunos proyectos pasan completamente desapercibidos y no consiguen financiación, otros captan la atención de las redes sociales, motivo por el que cada vez más el concepto de crowdfunding se expone a la crítica de prestar atención a proyectos menos serios. De hecho, muchas de las campañas de crowdfunding se consideran ahora parte esencial de la cultura meme.
Industria automovilística: Elio Motors
Con el proyecto de Elio Motors se busca crear automóviles de tres ruedas que no solo resultan respetuosos con el medio ambiente, sino que tienen un precio asequible. La campaña tuvo muy buena acogida entre los inversores: alrededor de 6 000 personas apostaron por el proyecto, recaudándose en torno a los 100 millones de dólares, cifra que superaba con creces el objetivo establecido. Aunque la campaña tuvo un gran éxito, aún se están esperando los resultados. En un principio se estableció 2012 como el año en el que se iba a dar a conocer la primera versión del innovador automóvil, aunque los últimos datos indican que la producción no empezará hasta 2019. Sea como sea, las promesas de entrega no se han cumplido y los inversores deben tener un poco más de paciencia. Además, a pesar el éxito que tuvo el proyecto, consiguiendo grandes cantidades de dinero, existen dudas sobre su destino, pues a finales de 2016 las deudas de Elio Motors presuntamente superaban los 100 millones de dólares estadounidenses.
Videojuegos: Mighty No. 9
El videojuego Mighty No. 9, financiado a través de la plataforma Kickstarter, se presentaba a los más nostálgicos como un sucesor del conocido clásico “Megan Man”. La campaña, iniciada por desarrolladores de renombre, generó más de 4 millones de dólares estadounidenses, lo que desarrolladores y fans consideraron un buen indicio. Pero los resultados fueron otros: la publicación del juego tuvo que retrasarse varias veces, y cuando finalmente en 2017 se puso a disposición del público en diferentes plataformas, el videojuego dejó mucho que desear, recibiendo duras críticas de fans y expertos. La calidad era bastante mediocre y se alejaba de las altas expectativas que tenía el público. Para colmo, la contraprestación que se prometió a los inversores no se gestionó adecuadamente, pues muchos de los códigos de bonificación estaban defectuosos y no todos pudieron recibirlos, sin olvidar aquellos casos en los que los reservas de productos anticipados ni siquiera obtuvieron el producto final.
Es posible que Mighty No. 9 haya llevado a muchos inversores a recelar de las promesas grandilocuentes de los desarrolladores de videojuegos en las campañas de crowdfunding. Este proyecto es un gran ejemplo de cómo funcionan las campañas de promoción positivas y las negativas, y muestra también cómo reacciona la comunidad a los proyectos, pues igual que contribuye a su desarrollo, también toma medidas ante las decepciones.