Coworking – una nueva forma de trabajar
El mundo del trabajo está en constante cambio. Debido al progreso técnico, la digitalización y la industria 4.0, se han desarrollado áreas de trabajo que no se podían imaginar hace 50 años. Las nuevas industrias, áreas de trabajo y posiciones también necesitan formas y entornos de trabajo acordes con los cambios. Muchos trabajadores autónomos, emprendedores y empleados ya no están vinculados a un lugar fijo, y opciones como el trabajo en casa o la oficina móvil son cada vez más populares, especialmente entre los creativos o los llamados nómadas digitales, que pueden hacer su trabajo enteramente con un portátil.
El lugar de trabajo ha adquirido, pues, una importancia secundaria, pero, para ser productivo, muchos prefieren una clara separación entre el trabajo y el tiempo libre. Una posibilidad relativamente nueva de lograrlo es la del coworking. ¿Qué es el coworking y cuáles son sus ventajas y desventajas?
¿Qué es el coworking?
La palabra en inglés “coworking” se traduce como “cooperación”, pero se utiliza en el sentido de “trabajar juntos (en un mismo espacio)”, es decir, uno al lado del otro y no juntos, aunque esta última distinción se difumina en el coworking, lo que también ha colaborado en el éxito del moderno estilo de trabajo. Pero, antes que nada, conviene aclarar el principio pragmático que sustenta al coworking: muchos trabajadores autónomos, emprendedores y empleados con opción de mobile office necesitan un lugar para trabajar, pero no pueden o no quieren permitirse una oficina propia o, otra razón de peso, rehúyen la soledad de trabajar desde casa.
En el concepto del coworking varias personas comparten el llamado espacio de coworking. Lo que a algunos les parece una oficina de planta abierta es para otros un crisol de creatividad donde no solo se comparte el lugar de trabajo, sino que, gracias al intercambio con otras personas, que pueden provenir de sectores completamente diferentes, pueden nacer ideas nuevas. Ya sea durante la pausa para el café o en la cerveza después del trabajo, es fácil encontrarse y dar pie a conversaciones en las que encontrar impulsos nuevos quizás incluso un nuevo socio de negocios.
El término coworking describe el hecho de compartir espacios de trabajo con personas ajenas a la empresa. En los espacios de coworking, los escritorios individuales se alquilan generalmente por períodos cortos de tiempo. Los emprendedores y autónomos, en particular, utilizan el coworking como una alternativa a la oficina tradicional y a la oficina en casa.
Historia del coworking
Este modelo laboral es muy joven. No fue hasta 2005 que el empresario Brad Neuburg utilizó por primera vez el término cuando creó el San Francisco Coworking Space, donde se podía ir a trabajar dos días a la semana. Pero ya en los años 90 los programadores se reunían en los llamados Hacker Spaces, en los que trabajaban codo con codo, apoyándose mutuamente en caso de problemas e intercambiando sus conocimientos y habilidades.
El trabajo en espacios de coworking ha ido ganando en popularidad especialmente entre los profesionales autónomos, que trabajan principalmente de forma digital y, dado que solo necesitan un ordenador portátil y quizás un teléfono, pueden elegir su lugar de trabajo. Su oficina, que consiste en unos pocos objetos, se guarda rápidamente en una bolsa y puede trasladarse sin problemas de un lugar de trabajo a otro. En las ciudades más grandes, imanes para emprendedores y freelancers, los espacios de coworking están creciendo a un ritmo de casi el 25 por ciento.
Asia ocupa aquí una posición especial, puesto que, en parte, no se trata solo de un ambiente de trabajo atractivo, sino de una cuestión de necesidad. Hong Kong, China, Taiwán, India o Singapur están experimentando un enorme crecimiento entre las empresas de tecnología, mientras que, al mismo tiempo, su oferta en oficinas es muy reducida. Esto es también lo que ocurre en ciudades como Nueva York, París o Berlín. En estas ciudades es muy difícil encontrar una oficina, es decir, a un precio asequible para un pequeño empresario.
En los últimos años, el número de espacios de coworking, así como el número de coworkers, ha ido in crescendo. Cada vez más, la visión tradicional del lugar de trabajo se está difuminando. Gracias a Internet, los equipos pueden seguir trabajando juntos, aunque estén repartidos por todo el mundo. Además, cada vez más profesiones se ejercen de forma puramente digital y ya no requieren un lugar de trabajo fijo. Los espacios de coworking responden a este cambio en el mundo laboral y aumenta por ello su popularidad.
¿Cómo son los espacios de coworking?
Las fotos de la primera oficina de coworking muestran una atmósfera de sala de estar. Hoy en día se ha establecido una fusión (sobre todo estética) entre la cafetería y la oficina. Esto puede explicarse probablemente por el hecho de que la gente que utiliza los espacios de coworking hoy en día solía trabajar en una cafetería y mientras estas se han transformado en espacios de coworking, sus usuarios no han querido prescindir de las comodidades de tener el servicio de cafetería cerca. De ahí que el área principal suela consistir en un espacio abierto con muchos escritorios y, por lo general, un bar o una cocina con zona de asientos.
Los escritorios suelen ofrecerse como hot desks: escritorios que no se asignan permanentemente, sino a diario. Si tenías este asiento un día, puede estar ocupado por otra persona a la mañana siguiente. Por lo tanto, tampoco se pretende que se almacenen objetos allí. Con el hot desking, solo pagas un alquiler diario. Pero también se pueden alquilar dedicated desks por un período de tiempo más largo. Éstos tienen la ventaja de que te puedes instalar en ellos hasta cierto punto y adaptar el lugar de trabajo a tus necesidades.
También es común que los espacios de coworking ofrezcan espacios cerrados. Los usuarios pueden elegir, entonces, entre diferentes salas de reuniones: si quieres mantener conversaciones tranquilas con tu equipo, clientes o inversores, puedes elegir una habitación del tamaño adecuado y con el equipo adecuado (proyector, pizarra, etc.). Algunos espacios también tienen cabinas más pequeñas en las que puedes retirarte para hacer llamadas telefónicas y a veces también ofrecen alquiler de taquillas para guardar los efectos personales, a veces durante la noche.
Algunos espacios de coworking también proporcionan una oficina completa para equipos más pequeños que también se puede alquilar de forma flexible por períodos. Aquí se desvanece la frontera entre el coworking y la oficina clásica.
El equipamiento habitual de un espacio de coworking incluye:
- Un espacio abierto para los escritorios
- Oficinas completas para equipos pequeños
- Salas de reuniones
- Cabinas para llamadas telefónicas
- Taquillas
- Café, bar y cocina
- Zonas comunes
- Opciones de impresión y escaneado
- La recepción
- Un servicio de correo
Además de estos espacios muy generales, que puede utilizar cualquier persona que tenga un trabajo de escritorio, también hay ofertas especializadas. Por ejemplo, se han creado oficinas de coworking con bancos de trabajo, fresadoras, sierras y taladros orientadas a los sectores más artesanales. Las impresoras 3D también son cada vez más populares en estos espacios, también conocidos como maker spaces (espacios de fabricación). La ventaja es muy clara: una empresa joven no tiene que pagar los grandes costes de adquisición si, por ejemplo, solo quiere crear primero un prototipo. Se pueden encontrar ofertas similares para otras ramas.
Las tarifas difieren de un espacio a otro. Mientras que, en algunos, pagas al día, otros ofrecen un sistema de membresía flexible. Dependiendo de las necesidades, a menudo hay diferentes suscripciones disponibles. Los servicios adicionales se reservan por separado. Dado que ahora también hay empresas que operan a nivel internacional, los miembros pueden incluso trabajar en diferentes lugares del mundo sin mayores problemas.
Los usuarios de los espacios de coworking
Estos espacios se crearon principalmente para ofrecer una alternativa a los trabajadores autónomos que, de otro modo, trabajarían desde casa. Con la proliferación de los ordenadores portátiles, ya no era necesario atarse a un escritorio. Aquellos que trabajan digitalmente pueden hacerlo teóricamente desde cualquier lugar. Los espacios de coworking se dirigen en especial a los trabajadores autónomos del sector de la tecnología y los medios de comunicación. Incluso para los autónomos, que a menudo, aunque no siempre, trabajan en otras empresas, para ellos no vale la pena alquilar una oficina permanente.
El coworking también juega un papel en la vida de los nómadas digitales. Este grupo de trabajadores independientes rara vez se queda mucho tiempo en un lugar fijo, sino que está en constante movimiento. Trabajan dondequiera que haya acceso a Internet, de modo que estos espacios pueden funcionar como un hogar temporal para los nómadas digitales.
Los fundadores de startups también han descubierto el concepto del coworking, sobre todo al principio, cuando todavía no está claro cómo va a crecer la empresa. En una oficina tradicional, la planificación suele excederse o quedarse corta, pero los espacios de coworking son flexibles y escalables. Si otro empleado se une al equipo, se puede reservar otro lugar de trabajo sin problemas. Dos de las empresas más conocidas que comenzaron como startups en estos espacios son Uber e Instagram.
En los últimos años, sin embargo, las empresas más grandes también han descubierto los espacios de trabajo comunales, que se usan para alojar a equipos o departamentos. Las razones de esto varían, pero la flexibilidad, por ejemplo, tiene un papel importante. A menudo, sin embargo, también se desea beneficiarse del intercambio con otros compañeros de trabajo (a veces muy innovadores), por lo tanto, el cambio del entorno de trabajo debería garantizar una mayor creatividad. Además, las grandes empresas se aprovechan del hecho de que no tienen que invertir sus finanzas en bienes inmuebles a largo plazo. Finalmente, la administración de los locales (por ejemplo, trabajos de limpieza y reparación) es asumida por el proveedor del espacio.
Ventajas y desventajas del coworking
Dependiendo de cómo y para qué se utiliza un espacio de coworking, el concepto tiene algunas ventajas, pero también desventajas significativas. Dado que los estilos de trabajo de las diferentes personas pueden ser muy diferentes, tienes que decidir por ti mismo qué lado prefieres.
Para muchos, las ventajas son bastante tangibles en la cuestión de los costes. Para comprometerse de forma permanente en una o más oficinas, debes tener seguridad financiera. Sobre todo, los trabajadores autónomos que todavía no facturan demasiado no pueden correr el riesgo de ser propietarios de sus propios locales. Es por eso que a menudo trabajan desde casa. Pero este no es un buen ambiente de trabajo para todos. Algunos quieren separar más claramente el trabajo y la vida privada y, por lo tanto, prefieren un espacio fuera. Otros, por otra parte, no pueden tolerar tal ambiente; una oficina tan abierta con muchas personas, parcial o totalmente desconocidas, es visto por algunos como una desventaja.
Por lo tanto, el coworking es también una cuestión de personalidad. Entre los partidarios del concepto, se consideran como ventajas el trabajo en red y su carácter comunitario. En un espacio de coworking, especialmente las personas extrovertidas pueden conocer rápidamente a otras personas que pueden ayudarles tanto a nivel privado como profesional. Otros necesitan la reclusión para concentrarse y tienen dificultades para socializar con extraños desde el principio. Para este segundo grupo de personas, el coworking será, en el mejor de los casos, una forma temporal de trabajo, hasta que pueda permitirse su propia oficina.
Ventajas | Desventajas |
---|---|
Lugar de trabajo flexible | No hay lugar de trabajo fijo |
Escalable en cualquier momento | Atmósfera a menudo ruidosa |
Fortalecimiento de la comunidad | |
Networking | |
Prestación de servicios de oficina |
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